Incremento de 20% en fletes marítimos encarecerá productos
Diario "El Carabobeño", 24 de febrero de 2012
Por Litzy Sanz Nava.- Aunque ocurrió en la madrugada, la llegada de un comunicado vía e-mail, además de inquietar a la comunidad marítima de Puerto Cabello, hizo reflexionar a sus miembros sobre cómo sería el escenario en caso de que los puertos venezolanos contaran con estructuras de primera generación. La misiva trajo como fin informar a todos los involucrados en la actividad marítimo-comercial sobre un incremento -a partir del miércoles 14 de marzo de 2012- de cerca del 20% en las tarifas que las empresas navieras ofrecen para el traslado de mercancías, por barco, hacia los puertos del todo el mundo. Aunque preocupados por el impacto que estos aumentos ocasionarán en el consumidor final, lo más desconcertante para los miembros de este sector es la diferencia entre los fletes a cancelar desde puertos ubicados en el cinturón asiático (Ningbon, Hanghai, Shenzhen, Hong Kong y Taiwán) hacia puertos como los ubicados en Panamá y los de Venezuela. Hacia el puerto de zona libre Colón, en Panamá, los fletes costarán -a partir de la fecha pautada- dos mil 050 dólares para equipos de 20; dos mil 600 dólares para contenedores de 40 pulgadas y una cifra igual para furgones de 40 pulgadas de más altitud. Hacia Puerto Cabello y La Guaira los fletes oscilan entre los dos mil 200 dólares (equipos de 20) y los cuatro mil 200 para contenedores de 40 pulgadas normales o altos. La diferencia de los fletes para equipos de 40 pulgadas (los más utilizados para el envío de mercancías hacia Venezuela por el volumen de importación) entre Panamá y Venezuela es de un mil 602 dólares americanos. Los precios incluyen todos los costos además de la tarifa aplicada por aumento del precio del combustible en el ámbito internacional. El motivo de esto, apunta la comunidad marítima local, es uno solo: en los principales puertos del país (Puerto Cabello y La Guaira) no se cuenta con la tecnología que permita realizar descargas rápidas. Esto hace que los fletes oceánicos sean más caros que los de otros puertos de la región, agrega la fuente. El tiempo que deben permanecer los buques en los puertos venezolanos tiene como aliados a políticas erráticas de orden gerencial, poca visión de futuro y procesos de centralización y descentralización, lo que hace obsoletas estas instalaciones, si se comparan con terminales más pequeñas, pero con mayor eficiencia y en países menos favorecidos económicamente, como Jamaica y Haití. Para ilustrar un ejemplo, expertos navieros detallan que en Zonas Primarias como la de Manzanillo (MIT) de Panamá, la movilización de mil contenedores no tarda más de 24 horas, mientras que en el puerto de Puerto Cabello, mover los mil furgones costaría poco más de cinco días. Además de la ya mencionada necesidad de contar con una autoridad única, los expertos hacen responsable de estas diferencias a aspectos como la falta de disponibilidad de equipos que, adaptados a una realidad de infraestructura (cuya data es de más de 50 años) minimicen los tiempos para cada movimiento portuario. Muelles no Aptos para Nueva maquinaria.- Como improbable ven los expertos del sector la instalación de grúas pórticos en los viejos muelles del puerto de Puerto Cabello. Además de su antiquísima data, en el diseño arquitectónico y de ingeniería civil con el que fueron diseñados no se previó nunca la permanencia de una pesada maquinaria que, por su capacidad para descargar y posicionar equipos, produce una vibración solo comparable con la de un martillo eléctrico. Aún diseñando grúas de este tipo especialmente para las dimensiones físicas de los muelles carabobeños, las autoridades portuarias tomarían el riesgo de posicionarlas en uno muelles tan antiguos porque el resultado final es que ambas estructuras terminarán en los suelos del fondo marino porteño, sin carga con un poco de suerte, apunta una fuente consultada. Alerta que la construcción de la Terminal de Aguas Profundas en Isla Goaigoaza, anunciada por las autoridades portuarias, es indiscutiblemente una solución factible para dejar el actual puerto como una Zona Primaria de uso mínimo para atender cargas relacionadas con planchas de acero, tuberías, papel ciertas mercancías a granel. Pero el proyecto se concretará en tres años como mínimo sí cuenta con la suficiente voluntad económica y política.