LITZY SANZ NAVA.- A punto de cumplir cuatro años está el compromiso verbal que el Presidente Hugo Chávez asumiera con 235 trabajadores de la pesca artesanal en Puerto Cabello, centrado en la consolidación de un proyecto que prometía devolverle unas instalaciones totalmente modernizadas con un circuito de muelles aptos para albergarlos a todos. El 14 de noviembre de 2008, durante su visita a la localidad, para inaugurar el Centro Socialista Procesador de Pescado “Bartolomé Salom” el mandatario nacional comprometió a autoridades de Pdvsa El Palito para cumplir con el plan de recuperación. Hasta la fecha, la REP sólo ha dado tímidos pasos para cumplir el compromiso. En contrapartida, autoridades del Instituto Nacional de Espacios Acuáticos (INEA) iniciaron los trámites que den paso a un plan de dragado de estos espacios que, debido a la caída de gran parte de los muelles, se ha vuelto intransitable. Jorge Sierraalta Zavarce, presidente del INEA, anunció que estos trabajos están por iniciarse, sólo se está en espera de un permiso de parte de las autoridades del Min-Ambiente, para comenzar el dragado. Pero desde la promesa inicial ya ha pasado mucho tiempo y los pescadores consideran que cualquier obra debe hacerse de forma expedita. ¡A estos muelles les urge reparación!, espetan “Mayonesa” Carlitos y Hugo, pero no Chávez, irrumpe entre risas uno de los pescadores. El tanque de gasolina, apuntan estos trabajadores, la gente de la Refinería El Palito se lo llevó hace dos meses para su reparación y aún no hay respuesta. Con la visita del Presidente a Puerto Cabello, para celebrar el 229º aniversario del natalicio de Simón Bolívar, la Batalla Naval del Lago y el cumpleaños de la Armada Bolivariana de Venezuela, una vez más pescadores del muelle de Playa Blanca exigieron al Gobierno Nacional, y a las empresas del Estado en el litoral como Pdvsa y Refinería El Palito, cumplir con las promesas sobre la recuperación de las instalaciones. La inexistencia de muelles y aumento del volumen de las olas, hace que las embarcaciones sufran daños, a veces irreversibles. La tan anhelada Casa del Pescador, espacio que supuestamente contaría con cubículos para que los pescadores guardaran sus implementos de faena, es un proyecto que ya ni esperan que se concrete. “Si no le han hecho nada a los muelles”, expresa uno de los pescadores. “Mientras seguiremos trabajando con las uñas”, sentencia Emilio Sequera, otro de los que labora en el Consejo de Trabajadores de Playa Blanca. Lo único que si recibió respuesta fue la construcción de la caseta de vigilancia costera, cuyos efectivos ya fueron asignados.