Por Andrés Rojas Jiménez.- Petróleos de Venezuela se comprometió a mediados del año pasado a que en un plazo de 18 meses, que se cumplen en diciembre de 2012, se reducirían los volúmenes de coque que se encuentran aledaños al complejo de Jose, situado en el norte del estado Anzoátegui. De acuerdo con las autoridades, gradualmente se observará una disminución en la acumulación del combustible que se obtiene como residuos de la refinación de crudos. Las organizaciones ambientales, sin embargo, advierten que en un año se ha duplicado la cantidad de coque y que de 300 millones pasó a más de 500 millones de toneladas métrica. Los conductores que se desplazan por la vía hacia oriente, al pasar por Jose pueden ver una montaña de color negro grisáceo cuyas partículas desprenden un olor que se percibe cuando hay viento en la zona. “Cada día se acumulan 10.000 toneladas de coque que genera problemas respiratorios, y hasta el momento no tenemos respuesta de Pdvsa”, dijo Pedro Lavana, coordinador de la Fundación Ecológica Conservacionista. “Alrededor de 60.000 personas están afectadas por esta situación, que lejos de resolverse se está agravando”, agregó. Pdvsa suscribió el año pasado un contrato con Energy Coal, empresa italiana, para reparar el equipo y la correa que transporta el coque hasta las embarcaciones, pero las obras nunca se iniciaron y la estatal tuvo que rescindir el contrato, según informaciones que han recibido organizaciones ambientales. “Esto implica que en seis meses será imposible hacer lo que no se hizo en un año”, expresó Lavana. En febrero pasado, Pdvsa informó que habían recibido dos grúas para trasladar el referido combustible, y de esa manera retornar las exportaciones del producto, que al cierre de 2011 habían caído 40% con respecto al volumen de 54.000 barriles diarios registrado hace 3 años, cuando comenzó a disminuir la comercialización externa. “Este conjunto de maquinarias y embarcaciones habilitará una tercera vía de despacho, adicional a los terminales marinos existentes, que permitirá incrementar la exportación de 12.000 a 16.000 toneladas diarias. Esto se traduce en la posibilidad de cargar de 4 a 6 barcos mensuales, lo que reducirá de manera acelerada los depósitos en los patios de almacenaje”, aseguró Pdvsa. Denuncias en marcha. Los efectos sobre las vías respiratorias de los residentes ocasionados por el coque, es un punto que en Pdvsa se ha tratado de minimizar. Alegan que hay un trasfondo político detrás de la denuncia. No obstante, el informe de gestión 2011 de la compañía reconoce que el año pasado técnicos de Pdvsa Gas e Intevep formaron un equipo de investigación que analizó una muestra del polvo respirable para evaluar la concentración de coque. Los resultados del estudio no se dieron a conocer, pero los datos que disponen las organizaciones ambientales señalan exceso de concentración. Igual situación se presenta con el incremento en las emisiones de azufre y el aumento en el número de derrames, fugas y filtraciones de petróleo en las cuencas fluviales aledañas a las instalaciones del complejo de Jose. “El año pasado hubo cinco derrames en la bahía de Puerto Píritu y en el tiempo que ha transcurrido de 2012 llevamos siete. No hay respuesta por parte de Pdvsa y los fiscales del Ministerio del Ambiente, tampoco han fijado posición”, dijo Elsy Mata, integrante de la organización Armonía Global, que también forma parte de las asociaciones civiles que operan en el norte del estado Anzoátegui. “En siete años los problemas ambientales se han agravado, se ha perjudicado la vegetación y cada vez más son mayores los peces que aparecen muertos en las costas”, agregó Mata. Pdvsa ha reportado un aumento de 135,6% en el número de vertidos de petróleo y combustibles en superficies acuáticas durante 2011. De los 1.322 casos contados en 2010 se pasó a 3.115 el año pasado. Los derrames afectaron 502 millones de metros cuadrados de superficies acuáticas y 40% del área no pudo ser saneada.