Alianza del Pacífico e integración
Diario: “El Mundo Economía & Negocios”, 06 de septiembre de 2013
Por: Moisés Bittan.- En el programa de trabajo desarrollado en el presente año por el Consejo Latinoamericano del Sela, denominado "seguimiento y apoyo a las nuevas formas de integración y cooperación que se aplican en el marco del Alba-TCP, Sucre, Unasur, Petrocaribe y Alianza del Pacífico, destacando las posibilidades de complementariedad con los esquemas de integración preexistentes", concluye la conveniencia de realizar esfuerzos analíticos y la difusión de información relevante, a fin de mantener bajo seguimiento y análisis la evolución de estos acuerdos en los distintos campos de la integración y cooperación regional, en la perspectiva de sus implicaciones para el proceso de integración regional. La Alianza del Pacífico es un mecanismo de articulación política, económica y de cooperación e integración, convenido por los gobiernos de Chile, Colombia, México y Perú en abril de 2011 y formalmente constituida en junio 2012. Tiene como objetivo la conformación de un área de integración profunda que impulse un mayor crecimiento, desarrollo y competitividad de las economías participantes mediante la búsqueda progresiva de la libre circulación de bienes, servicios, capitales y de personas. Esta alianza no busca reemplazar ni modificar los acuerdos económicos comerciales y de integración bilaterales, regionales o multilaterales vigentes entre las partes, sino que constituye un nuevo espacio de integración que pretende conformar un proceso de convergencia de los acuerdos existentes entre los estados que conforman dicha integración, adoptando iniciativas que permitan profundizar o complementar las relaciones, a tiempo de impulsar la integración latinoamericana y su inserción en la economía internacional. Otros países que han manifestado en adherirse a la alianza son: Canadá y Guatemala, y ya forma parte Costa Rica, como también Panamá está pendiente su integración al bloque. La Alianza del Pacífico privilegia la integración como instrumento para mejorar el desarrollo económico y social, promover las capacidades de emprendimiento y conformar un espacio ampliado y competitivo que sea atractivo a las inversiones y el comercio, especialmente con la región del Asia Pacífico. El fin último es lograr que las cadenas productivas de los estados parte sean atractivas para el mundo y generen mayores oportunidades de encadenamientos, de inversión y de incorporación más intensa a las corrientes globales de comercio de bienes y servicios, para que ofrezcan nuevas oportunidades de negocios y empleo a sus economías. Cabe destacar que en la cláusula democrática del acuerdo marco, establece el reconocimiento a la vigencia del estado de derecho, la democracia, la separación de poderes del estado y la protección y respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales. En las sucesivas cumbres presidenciales, además de la participación de los estados partes, han estado presente los estados observadores candidatos: Costa Rica y Panamá, en cada cumbre presidencial, y la lista se amplía en lo que respecta a los estados observadores, la cual actualmente está conformada por Australia, Canadá, Ecuador, El Salvador, España, Francia, Guatemala, Honduras, Japón, Nueva Zelanda, Paraguay, Portugal, República Dominicana y Uruguay. Mercosur y Estados Unidos también han manifestado interés y están a la espera de ser aceptados. Bolivia y Ecuador están en proceso de adhesión a Mercosur; también están interesados en participar como oyentes y uno de ellos ser integrante, los del Triángulo Norte (El Salvador, Honduras y Guatemala), quienes también están interesados en mejorar su relacionamiento con los países asiáticos, en virtud de que su política comercial es muy similar a la de los miembros de la Alianza. República Dominicana está en proceso de su adhesión formal al Sistema de Integración Centroamericana, acercándolo a los acuerdos de esa subregión con los países de la Alianza del Pacífico. Entre los temas tratados en las cumbres, en especial en la VII celebrada en mayo-2013, están: el comercio entre los países miembros y con sus vecinos, el flujo de personas entre los países miembros, la inversión, servicios y asuntos relacionados, política en materia de competencia, monopolios y empresas del estado, disposiciones administrativas e institucionales, aspectos en material laboral, ambiental, propiedad intelectual, compras y contrataciones públicas con sectores estatales, cooperación, promoción comercial. Quedan pendientes varios temas por tratar: la promoción de las Pymes, la protección del consumidor, la necesidad de asegurar la transparencia de los mercados y por la apertura del acceso a las compras públicas. El objetivo de la Alianza del Pacífico es que los productos y servicios lleguen a la región más dinámica y competitiva del mundo: Asia, y atraer inversiones de ese continente. La importancia estratégica del bloque permite poder llevar a cabo negociaciones de tratados en este grupos latinoamericano y asiático, lo cual hará que sean más fáciles de negociar y de administrar que de manera individual. Se ha planteado que la Alianza del Pacífico sea un área de integración abierta, esperando que el peso económico y comercial del bloque sea cada día más importante como eje de referencia en la economía mundial. El Mercosur tendría posibles oportunidades de int+egrarse a esta alianza beneficiando a todos sus países miembros. En el caso específico de Venezuela, se beneficiará en lo inmediato con la dinamización del intercambio comercial y específicamente con la venta de nuestros hidrocarburos, y a largo plazo atrayendo inversiones y abonando el terreno en nuevos mercados emergentes para la oferta exportable -hoy extinta- de productos no tradicionales que más temprano que tarde volverán a germinar y tendrán un lugar atractivo en los mercados internacionales que por erradas políticas hemos dejado de atender.